Rubem
Alves, O médico. Campinas,
Papirus, 2002.
Rubem
Alves, Mansamente pastan as
ovelhas. Campinas, Papirus, 2002.
Rubem
Alves, Quarto de badulaques. São
Paulo, Parábola, 2003.
Rubem
Alves, Quando eu era menino. Campinas,
Papirus, 2003.
Alves
llega a los 75 años en plena madurez humana, literaria y teológica.
Todo un filósofo vital, cada recopilación de sus textos es un banquete
insuperable. Es una lástima que ya no aparezcan traducciones de sus
libros al español.
Gonzalo
Balderas Vega, Jesús de Nazareth:
Una recuperación de su historia desde los evangelios sinópticos. México,
Universidad Iberoamericana-Obra Nacional de la Buena Prensa, 2003.
“Espero que este trabajo suscite el
interés en la persona y en la obra de Jesucristo, y que este interés
impulse un mejor conocimiento de su historia, ya que, en esa historia,
Dios se nos revela por su Hijo hecho hombre, para nuestra salvación”.
Con estas palabras, Balderas nos invita a releer la historia de Jesús,
tal como la cuentan Mateo, Marcos y Lucas.
Mauricio
Beuchot, El ser y la poesía: el
entrecruce del discurso metafísico y el discurso poético.
México, Universidad Iberoamericana, 2003 (AlterTexto, 5).
En
esta obra, Beuchot hace una aplicación de su propuesta filosófica, la
hermenéutica analógica o icónica, al estudio de la poesía. Encuentra
que este instrumental interpretativo le sirve para construir una ontología
o metafísica diferente, replanteada a partir del poema, igual que del
mito y del rito. Más allá de Heidegger, quien decía que el Ser no se
encuentra en la metafísica, sino que canta en el poema, Beuchot se
atreve, como singular transgresor, a buscar la metafísica a partir del
poema, que es, sin duda, uno de los lugares donde el Ser canta.
John Bunyan, El
progreso del peregrino. Ed. de Javier Alcoriza y Antonio Lastra.
Madrid, Cátedra, 2003 (Letras universales, 351).
Edición
crítica de este clásico de la literatura puritana que ha marcado a
generaciones enteras de evangélicos. Del excelente prólogo, que ubica
muy bien la lectura, presentamos el siguiente fragmento.
El
libre examen de las Escrituras, cualesquiera que fueran los motivos teológicos
por los que fue concebido, tuvo como consecuencia literaria la
transformación de los cristianos en lectores. La experiencia
protestante es impensable sin esta experiencia de la lectura. De hecho,
el puritanismo, que comenzó como una disputa, que ahora parece ridícula,
por la solemnidad de los ritos eclesiásticos, creció hasta convertirse
en una confesión, o en una persuasión, a medida que las traducciones
difundían las Escrituras —en palabras de William Tyndale, el gran
traductor inglés de la Biblia en el exilio— hasta llegar al
“muchacho que arrastra su arado”. (Northrop Frye ha insistido en la
importancia de la traducción para el cristianismo, pero habría que
decir que la traducción estaba supeditada a la lectura. Véase N. Frye,
El gran código. Una lectura mitológica y literaria de la Biblia. Trad.
de E. Casals. Barcelona, Gedisa, 1988, pp. 13, 27ss. La intención misma
de Frye, “estudiar la Biblia desde el punto de vista de un crítico
literario” (p. 11), dependía de una tradicción de lectores comunes.)
La afirmación del sacerdocio de todos los creyentes resulta, incluso, más
sencilla de comprender si la interpretamos, de una manera práctica,
como un imperativo mucho más asequible que ordenaría a todos los
creyentes, cuyo deber era ser sacerdotes, que aprendieran a leer. Al
puritanismo correspondió, en consonancia con los postulados de la
Reforma, la tarea de traducir la Biblia y darle a su interpretación un
valor de verdad. Había que persuadir al pueblo, que lentamente habría
de transformarse en público (en la medida en que una convicción firme
atravesara las barreras sociales o culturales o nacionales), porque era
imposible verificar, para adquirir esa persuasión, el cumplimiento de
las promesas divinas. La diferencia entre lo que se ha llamado Reforma
Magisterial y la Reforma Radical surgió, en parte, por la importancia
que se debía conceder a la responsabilidad o solidaridad que esa
convicción —la fe— fomentaría entre los lectores. Por las
consecuencias que ha tenido en la literatura, se trataba de una
diferencia pragmática entre la sola
Scriptura y la eficacia de la lectura. Si las Escrituras eran
sagradas o canónicas, la lectura era, por el contrario, necesariamente
individual (en un primer momento, al menos, o en algún momento en
cualquier caso, igual que había que rezar en secreto y no en las
sinagogas ni en las esquinas). La libertad de conciencia entendida como
libertad de lectura podía ocasionar el peligro de no lograr una
coincidencia —la Iglesia— en las apreciaciones de lo que se leía y
creía. La lectura se convertía, así, en la verdadera cruz de los intérpretes:
cada lector, como cada cristiano, debía llevar la suya.
José Severino Croatto, Experiencia de lo sagrado y tradiciones religiosas. Estella, Verbo
Divino, 2002 (Teología).
La
experiencia de lo Trascendente está de tal modo enraizada en el corazón
humano, que resulta de por sí un aliciente para el estudio de sus
manifestaciones como experiencia hierofánica, expresada en la palabra,
en el gesto y también en la representación artística. La captación
de lo Trascendente es el núcleo de la experiencia religiosa.
Ulrich Ducrow y Franz Hinkelammert, La
vida o el capital. Alternativas a la dictadura global de la propiedad. San
José, DEI, 2003.
Amplia revisión, en ocho capítulos,
de la problemática más reciente sobre la globalización vista desde
una perspectiva ecuménica. Incluye el provocador ensayo “La caída de
las torres”, de Hinkelammert.
Virginia Fabella y R.S. Sugirtharajah,
dirs. Diccionario de teologías
del tercer Mundo. Estella, Verbo Divino, 2003.
Espléndido
manul que expone, temáticamente, las líneas predominantes de las
teologías del Tercer Mundo. América Latina, Asia, África, Oceanía y
las minorías norteamericanas aparecen bien representadas en este
volumen indispensable.
Gavin
Hyman, The Predicament of
Postmodern Theology. Radical Orthodoxy or Nihilist Textualism? Louisville-Londres,
Westminster-John Knox Press, 2001.
A
partir de la obra de John Milbank y Don Cupitt, Hyman relaciona a la
teología con la condición posmoderna, la modernidad, el debate sobre
los metarrelatos, el nihilismo y la otredad. Polémico a más no poder,
este libro trata sus temas con solvencia y profundidad.
Ixthus. Espíritu y cultura, núm.
39, 2003.
Número
monográfico dedicado al cine desde “una mirada icónica”. Los
cineastas incluidos en el análisis son: Ingmar Begman, Robert Bresson,
Luis Buñuel, Federico Fellini, Krzysztof Kieslowski, Andrei Tarkovski y
Lars von Trier, además de un artículo breve sobre el cine de ciencia
ficción.
Armando Levoratti, dir., Elsa Tamez y
Pablo Richard (cols.), Comentario
Bíblico Latinoamericano. Nuevo Testamento. Estella, Verbo Divino,
2003.
Exegetas
de todos los países de lengua española nos ofrecen sus investigaciones
en este comentario: rigor científico, carácter ecuménico, proyección
pastoral, desde la realidad latinoamericana. Además de Tamez, otro
mexicano que colabora es Edesio Sánchez Cetina.
José
María Mardones, La vida del símbolo.
La dimensión simbólica de la religión. Santander, Sal Terrae,
2003 (Presencia teológica, 148).
El
símbolo, esa criatura tan difícil de atrapar o definir, es trabajada
por Mardones de manera ejemplar, sin dejar resquicios para el análisis.
Dentro y fuera de la religión, el símbolo es vehículo de una
multiplicidad de significaciones y expresiones humanas.
Carlos
Mendoza Álvarez, El Dios otro. Un
acercamiento a lo sagrado en el mundo postmoderno. México,
Universidad Iberoamericana-Plaza y Valdés, 2003.
Desde
una mirada secularizada e interdiscplinaria, Mendoza Álvarez explora el
acontecimiento religioso a fin de conocer las potencialidades de lo
sagrado y su incidencia en el entorno vital de la humanidad, tal como es
vivenciado y analizado por el logos laico
y plural que vivimos en la aldea global.
Martín Ocaña, Bienestar humano y reinado de Dios. Reflexiones y documentos. Quito,
Clai, 2003.
Dividido
en cuatro capítulos, este breve libro ofrece un análisis bíblico y
teológico sencillo pero enriquecedor de la necesidad de enfatizar el
bienestar humano en las iglesias latinoamericanas a contracorriente de
otras ideas más frívolas y apegadas a la dictadura ideológica del
mercado neoliberal.
Wolfhart
Pannenberg, Una historia de la
filosofía desde la idea de Dios. 2a. ed. Trad. de R. Fernández de
Mururi Duque. Salamanca, Sígueme, 2002. (Hermeneia, 46)
Formidable
panorama de la historia de la filosofía desde las concepciones de Dios
en las diferentes épocas, desde los griegos hasta la modernidad.
Pannenberg, en su faceta de filósofo hace una excelente aportación a
la teología actual. Reedición de un libro de intensa actualidad.
Jorge
Pixley, ed., Por un mundo otro.
Alternativas al mercado global. Quito, Clai, 2003.
Para
estar a la altura de las circunstancias, el Clai lanza este libro
colectivo como una aportación más al debate, desde América Latina,
sobre las alternativas que puede oponer la fe cristiana atenta a los
vaivenes de la economía a la globalización aparentemente imparable de
la economía mundial. Colaboran, además de Pixley, Wim Dierckxsens,
Enrique Dussel, Giulio Girardi, Franz Hinkelammert y Luis Rivera Pagán.
Juan
José Tamayo-Acosta, Nuevo
paradigma teológico. Madrid, Trotta, 2003.
Una
auténtica suma teológica acorde a los debates actuales. Bien podría
definirse así este nuevo trabajo del teólogo español Tamaño-Acosta,
recientemente sancionado por el Vaticano. Lectura completamente
redituable.
Max
Weber, La ética protestante y el
espíritu del capitalismo. Trad. de L. Lecaza. Ed. crítica de
Francisco Gil Villegas. México, FCE, 2003.
La
presente edición, crítica y anotada, se adelanta a la que actualmente
se prepara en Alemania dentro del programa de la edición crítico-integral
de las obras completas de Max Weber. Además, agrega varios textos de
Weber, complementarios a los dos ensayos clásicos sobre el
protestantismo. Todo un clásico en una edición verdaderamente
accesible.