TEXTOS RESCATADOS [atrás] [página principal] [siguiente] |
|
· EL SIGNIFICADO DEL TESTIMONIO Y DEL PENSAMIENTO TEOLÓGICO DE DIETRICH
BONHOEFFER PARA LOS CRISTIANOS Y LAS IGLESIAS PROTESTANTES EN MÉXICO José Luis Velazco M. En marzo del 2000, el Centro Basilea presentó esta conferencia del presbítero
José Luis Velazco M. Con motivo de la exhibición de la película
Bonhoeffer, agente de gracia, que fue comentada por el maestro Velazco, la
presentamos ahora revisada. INTRODUCCIÓN El
testimonio cristiano y pensamiento teológico de Dietrich Bonhoeffer,
joven teólogo alemán de los años treinta y cuarenta, ha inspirado por
largos años a los cristianos y a las iglesias que viven en situaciones de
crisis y conflicto en el mundo. Al estudiar sobre este cristiano, teólogo
y mártir protestante, podemos encontrar un mensaje especial para los
cristianos y las iglesias evangélicas en México.
1. De particular importancia es el concepto cristológico de Bonhoeffer
sobre el cual gira su vida y pensamiento. A la luz de esa percepción habría
que analizar la proyección que las Iglesias Protestantes hacemos de
Jesucristo tanto en la predicación como en el estilo de vida. Lo mismo
puede hacerse acerca de la cristología que la Iglesia Católica Romana ha
proyectado durante siglos en nuestro continente. Bonhoeffer hizo una pertinente pregunta en su tiempo: ¿Quién es
Jesucristo para nosotros hoy? Esta interrogante bien vale la pena
analizarla y discutirla en nuestro propio contexto. “Lo que me está
preocupando incesantemente es la pregunta sobre lo que en realidad es el
cristianismo, o más todavía, ¿quién es Cristo para nosotros hoy?
(Letters and Papers from Prison, McMillan and Publishing Co., p. 279) Saúl
Trinidad y Juan Stam, del Seminario Bíblico Latinoamericano de Costa
Rica, comentando sobre la cuestión cristológica, dicen: “Es evidente
que la Iglesia tiene delante de sí una tarea Cristológica profunda. Más
que tratar de encontrar una sola imagen de Cristo, deberíamos explorar
conmente abierta las perspectivas múltiples que el Nuevo Testamento
ofrece.y almismo tiempo debemos examinar críticamente las diferentes imágenes
distorsionadas (de Cristo) que, desafortunadamente, abundan en nuestra
predicación.(Jesús, ni vencido, ni monarca celestial, p.84) El análisis y la discusión de tal aspecto de carácter cristológico es
de suma importancia porque puede ayudarnos de definir con mayor claridad
quiénes realmente somos, qué es y cuál debiera ser el contenido de
nuestra proclamación, testimonio y mission en un país de muchas
contradicciones, conflictos y crisis.
2. Otra pregunta que Bonhoeffer hace a sus amigos desde la prisión
acerca de los cristianos y la Iglesia de su tiempo es: ¿todavía tenemos
alguna pertinencia? “Hemos sido testigos silenciosos de actos perversos;
hemos sido apabuyados pormuchas tormentas, hemos aprendido las artes de la
simulación y las posturasequivocadas; la experiencia nos ha hecho
sospechar de otros y nos ha retraídoser abiertos y veraces; conflictos
intolerables nos han desgastado y aun nos hanhecho cínicos. ¿Tenemos
alguna pertinencia todavía?”. (Cartas desde la prisión, p. 20) Esta pregunta la hace directamente a sus familiares y amigos que como
cristianos habían estado involucrados en el movimiento de resistencia y
sin éxito aparente. Sin embargo, esta pregunta podría aplicarse a nosotros los cristianos y
a las iglesias que también hemos sido testigos silenciosos de actos de
barbarie, injusticia y maldad y no osamos decir una palabra en favor de
las víctimas. Y deberá ayudarnos a refleccionar sobre nuestro propio
silencio, posturas tímidas y precavidas al ser testigos silenciosos de
los actos de injusticia que ocurren en nuestro país: ¿cuál es la
pertinencia de nuestra presencia protestante en México?
3. Una perspectiva más, importante para nosotros hoy, en el pensamiento
de Bonhoeffer que surge a raíz de su espíritu de solidaridad con las víctimas
del nazismo es sobre el valor de ver y discernir la historia desde una
perspectiva “desde abajo”, es decir desde el reverso de la historia o
desde la perspectiva de “los de abajo”. Esta perspectiva, según
Bonhoeffer es de suma importancia a fin de definir claramente la mission
de la Iglesia en tiempos críticos de la violencia establecida y
legalizada: “Tenemos, sin embargo, una experiencia de valor
incomparable. Al fin hemos a-prendido a ver desde abajo los grandes
eventos de la historia en el mundo, des-de la perspectiva de los
alienados, los sospechosos, los maltratados, los que no tienen ningún
poder, los oprimidos, los despreciados, en fin, desde la perspectiva de
los que sufren”. (Letters and Papers from Prison, p. 17) Esta perspectiva cobra relevancia para nosotros por el hecho de ser
Iglesia en un contexto de pobreza, marginación y olvido de gran parte de
la población y especialmente de las etnias indígenas marginadas y casi
olvidadas durante más de cinco siglos, como bien sabemos, y que muchos de
ellos forman parte de nuestras iglesias. La discusión de tales preguntas y perspectivas nos ayudarán a definir
con mayor claridad cuál debe ser nuestra proclamación y acción
distintiva a diferencia de la Católica Romana y a fin de contribuir más
decididamente en la construcción de una sociedad más justa y más humana
por medio de una predicación, testimonio y misión más pertinente. Y
además nos ayudará a recuperar la dimensión profética
veterotestamentaria asumida por Jesús de Nazaret mismo. ¿Cómo empezar la discusión sobre quién es Cristo
para nosotros hoy?
1. VER A JESUCRISTO DESDE LA PERSPECTIVA DEL A.T. Lamberto Schurmann comenta que las imágenes de Cristo que circulan en el
continente latinoamericano generalmente son una invitación a escapar de
la historia contemporánea. Es decir, que no tienen relación con la
centralidad de la vida, ya sea el Cristo Rey todopoderoso que avala a los
pudientes y a la vez es lejano como el Cristo del Cubilete o el Cristo
sufriente o el Cristo muerto de los templos católicos que invita a
aceptar la vida tal como es. También puede ser el Cristo escapista de la predicación de los evangélicos
(“Dejo el mundo y sigo a Cristo”). Schurmann asevera que esas
representaciones de Cristo se deben a una total ausencia de una
perspectiva veterotestamentaria en la interpretación de quién es
Jesucristo. La interpretación helenísta del Nuevo Testamento, preocupada
con la inmortalidad y la vida futura ha contribuido a una interpretación
abstracta de Jesucristo. Una solución se encuentra en ver al N.T. desde
la perspectiva del A.T. Esto salvará a la Iglesia de un gnosticismo implícito
y explícito..y así entender la validez de la práctica histórica de Jesús.
(Jesús, ni vencido, ni monarca celestial, p. 258-259) Tal perspectiva nos ayudaría a comprender cómo el ministerio de Jesús
tomó lugar en el centro de la lucha por la vida abundante para su pueblo
y no en la periferia, en línea y de acuerdo con la tradición profética
del Antiguo Testamento. Pero a la vez, hemos de preguntarnos cómo
mantener la dimensión de la relación personal con Cristo, predicada en
la mayoría de las iglesias protestantes, y a la vez seguirle en la lucha
por la vida en el centro de la historia conflictiva de hoy. Bonhoeffer puede ayudarnos aquí. En sus conferencias sobre “Cristo, el
Centro”, dice: a) Jesucristo está en la frontera de mi existencia. Él
tiene una respuesta para mí dándo sentido a mi existencia personal no
solamente en una forma sentimental sino bíblica y teológica. Pero a la
vez agrega b) Jesucristo es el centro y el sentido de la historia.
Jesucristo vivió una existencia humana completa en medio de un contexto
conflictivo con su pueblo. Jesucristo es “el hombre para los demás”,
el Hijo del Dios viviente: “En tanto que Dios entró en la historia, el
significado de la historia esta atadocon un evento que tomó lugar en lo
profundo y escondido de un hombre queterminó en la cruz. (Christ the
Center, Harper and Row, p. 60)
2. ¿DÓNDE ESTÁ JESUCRISTO HOY? 2.1 Para Bonhoeffer, Jesucristo está, en primer lugar, en la Iglesia a
través de la Palabra y los Sacramentos: “Cristo es la Palabra. En
Cristo, la Palabra divina entra en la palabra humana. De esta manera, el
sermón es ambos la pobreza y la riqueza de la iglesia...(Así, ) Cristo
está presente en la Iglesia como Palabra audible.” De la misma manera,
el Sacramento es la Palabra de Dios porque “es la proclamación del
Evangelio.De esta manera la eucaristía es lo que es porque Dios, por
medio de su Palabra, se refiere y consagra los elementos del pan y el
vino. Esta Palabra se llama Jesucristo”. (Christ the Center, pp. 52, 53,
63) Es precisamente esta aseveración de Bonhoeffer la que nos hace pensar
que lo único que le da validez a las iglesias protestantes o evangélicas
en un contexto mayoritariamente católico, es la Palabra de Dios expuesta
y practicada con fidelidad y lealtad a Dios mismo. Sin la fidelidad a esta
Palabra, las iglesias protestantes no tienen razón de ser ni de existir
en México. Sin esa fidelidad a la Palabra, dócilmente se convierten en
“asociaciones religiosas”, como las define el gobierno, y dejan de ser
el Cuerpo de Cristo. Este aspecto es tema para estudio y análisis aparte
sobre la naturaleza y misión de la Iglesia. En las iglesias reformadas creemos lo que Juan Calvino comenta respecto a
la proclamación y los Sacramentos. Las características esenciales de la
Iglesia verdadera están dondequiera que la Palabra de Dios se predica
rectamente y los Sacramentos son administrados también rectamente. (J.
Calvino, Institución de la Religión Cristiana, IV.9, p. 81) Esto toma
lugar en el contexto de la promesa de Cristo: “donde hay dos o tres
reunidos en mi nombre, allí estoy en medio de ellos” (Mt.18.20) Esto
quiere decir que en tanto las iglesias protestantes pongan en el centro de
su proclamación la Palabra de Dios y la prediquen y practiquen fielmente,
Cristo está presente. De esta manera sabemos que donde está Cristo, allí
está su Iglesia verdadera. Aquí, sin embargo, tenemos que preguntarnos ¿qué tan fielmente estamos redicando la Palabra de Dios? Tenemos que analizar críticamente nuestra proclamación. Y esto tenemos
que hacerlo desde varios ángulos tomando en cuenta la exégesis, la
hermenéutica, la labor pastoral, educativa y profética. El Seminario Bíblico
Latinoamericano de Costa Rica hizo una encuesta en años pasados acerca de
la predicación de varias iglesias evangélicas. Según esa encuesta, los
diferentes “Cristos” que se predican cada domingo en los púlpitos
evangélicos dejaban mucho que desear como el Cristo de la “gracia
barata” o el Cristo de la teología de la prosperedad, o el Cristo
escapista. (Jesús, ni vencido, ni monarca celestial) Pero además de un
análisis crítico de nuestra predicación hemos de tomar en cuenta lo que
dice Míguez Bonino con respecto a la pregunta de quién es Jesucristo
para nosotros hoy: También es cierto que no vamos a encontrar la respuesta por medio del
recurso de una herméutica inteligente de los textos y la reformlación de
doctrinas por medio de las cuales podamos saber quién es Jesucristo hoy
en América Latina. En términos de la fe, debemos decir que es solamente
Él mismo quien puede reverlar su presencia: “Yo soy el que soy” (o más
claro todavía “ Yo soy el que estaré allí” o “Yo soy el que seré”).Esta
percepción también es válida en la Cristología. Pero, esa manifestación
(de Cristo mismo) ocurre en el contexto de una obediencia activa tal como
se muestra en en el Nuevo Testamento. (Jesús, ni vencido ni monarca
Celestial, p. 16) Es claro, entonces, que además del estudio y análisis bíblico-teológico necesitamos obedecer activamente el llamado de Dios a seguir a Cristo en el mundo problemático de los desheredados y los marginados en donde se encuentra y revela Jesucristo. Esto es muy claro en los evangelios de Marcos y de Lucas.
2.2 En segundo lugar, Cristo está presente en la historia, en el mundo.
Jesucristo, no sólo es Señor de la Iglesia, sino también de toda la
vida. Su soberanía esta sobre todos los ámbitos de la vida: la familia,
la sociedad, los gobiernos y todas las estructuras humanas. El mundo no es
la arena de Satanás y el mal sino el espacio en donde ha tomado y toma
lugar la acción reveladora y liberadora de Dios (Susanne de Dietrich, Los
designios de Dios). Dios en Jesucristo va guiando la historia hacia sus
propios fines hacia el cumplimiento del Reino de vida y paz con justicia.
El es quien tiene la última palabra en la historia y no los economistas,
ni los militares, ni los tecnócratas. Aquí Bonhoeffer nos aclara que no debemos pensar en los dos reinos de
Lutero, en dos realidades: “Puede ser difícil romper el encantamiento
de esta forma de pensar en dos esferas, pero es muy cierto que esa forma
de ver está en profunda contradicción con el pensamiento de la Biblia y
de la Reforma.. No hay dos realidades, sino una sola realidad; esta es la
realidad de Dios quien ha sido manifestado en Cristo en la realidad del
mundo”. (Ethics, p. 195) Por esta razón podemos decir que hay que vivir la vida cristiana y la
vida de la Iglesia en el mundo porque Cristo ya está presente en el
centro de la historia. Esta perspectiva descubre una tremenda esperanza para trabajar y luchar
por un mundo mejor, proclamando ciertamente el Reino que viene, pero a la
vez luchando para que se realicen, aunque sea en parte, el Reino de paz
con justicia, amor, bondad, servicio proclamado por los profetas del A.T.
y por Cristo mismo. El obispo metodista argentino, Federico J. Pagura, ha
compuesto un himno inspirado en esta teología de la esperanza cristiana:
Porque El entró en el mundo y en la historia; Porque quebró el silencio y la agonía; Porque llenó la tierra de su gloria; Porque fue luz en nuestra noche fría; Porque El nació en un pesebre oscuro; Porque vivió sembrando amor y vida: Porque partió los corazones duros; Y levantó las almas abatidas.
Por eso es que hoy tenemos esperanza, Por eso es que luchamos con porfía, Por eso es que hoy miramos con confianza, El porvenir en esta tierra mía, Por eso es que hoy miramos con confianza, Por eso es que hoy luchamos con porfía, Por eso es que hoy miramos con confianza el porvenir!
2.3 En tercer lugar, para Bonhoeffer, Cristo está presente en los que
sufren injusticia y los que son considerados como no-personas. “Sólo
los que levantan la voz por los Judíos pueden cantar cantos
gregorianos.” en consonancia con Proverbios 31.8-9, “Abre tu boca por
el mudo, en el juicio de todos los desvalidos y defiende la causa del
pobre y del menesteroso”. Esto lo dijo a raíz de la persecución
despiadada del gobierno facista contra los judíos. En Noviembre 9 de
1938, llamada la Noche de los Cristales, fueron incendiadas por el
populacho las sinagogas y fueron atacados los negocios de los judíos en
varias ciudades. Al día siguiente, los periódicos decían: “Hemos
visto como los templos del Dios vengador de los Judíos desaparecieron en
llamas.” En contraste, Dietrich subrayó en su Biblia el Salmo 74.8-9:
“.Han quemado las sinagogas de Dios en la tierra.No hay mas profeta que
levante la voz”. Esas acciones violentas contra los judíos fueron el resultado de las Cláusulas
Arianas que quitaron los derechos civiles a los judíos: no se permitiría
a los judíos entrar en restoranes, centros de recreación, ni a las
universidades. Se prohibirían casamientos entre alemanes de sangre aria y
Judíos o descendientes de judíos, éstos no podrían tener puestos en el
gobierno ni en las iglesias. Además, Hitler había concluido que había
que exterminar a los judíos en toda Alemania y los países conquistados
con su política de “la solución final”. La razón de todo esto
estaba en atribuir a los judíos la desgracia económica de Alemania, y la
derrota de Alemania en la Primera Guerra Mundial al judaísmo
internacional. El resultado de todo esto es bien conocido, cerca de siete
millones de judíos fueron encarcelados, torturados, esclavizados y
finalmente enviados a las cámaras de gas y quemados en los hornos. Muchos
gitanos sufrieron la misma suerte. Durante todo ese tiempo, la Iglesia oficial del Tercer Reich (El Tercer
Imperio) de los llamados “Cristianos Alemanes” guardó oneroso
silencio sobre las injustas acciones del gobierno contra los judíos. La iglesia Católica oficialmente había firmado un Concordato con Hitler
obligándolos a guardar silencio oficial (John DeGruchy, Dietrich
Bonhoeffer, Witness to Jesus Christ, p. 20). En la Iglesia Confesante, solamente el ala radical tuvo el valor de
mostrar solidaridad con los cristianos y pastores de origen judío. Muchos
protestantes y católicos ayudaron, como Bonhoeffer y su familia, a
esconder familias y personas Judías o ayudarles a escapar del país
clandestinamente. (Renate Wind (sobrina de Bonhoeffer), D.B., A Spoke in
the Wheel, W. Eerdmans, p. 118) Bonhoeffer con otros del ala radical
escribieron al Führer una carta. En su último párrafo dice: “Si el
antisemitismo es impuesto a los cristianos dentro del marco de la
perspectiva del nacional-socialismo que los obliga a odiar a los judíos,
ellos (los cristianos) están obligados a oponer a esa política el
mandamiento de amar al prójimo… Lo que decimos en esta carta al Führer
lo decimos como pastores responsa-. bles. La Iglesia está en las manos
del Señor”. (A Spoke in the Wheel, p. 119) Éste fue el único documento oficial del ala radical de la Iglesia
Confesante contra la violación de los derechos humanos de los judíos. En
él se condena la arbitrariedad del Estado, la incertidumbre sobre la A raíz de esa experiencia podemos preguntar: ¿cuál debe ser la postura
de la Iglesia y qué debe hacer en tiempos de injusticia? Una respuesta
teológica sería: si Cristo está en medio de la historia y se encuentra
entre las personas que sufren injusticia, se sigue que la Iglesia debe
estar en el centro de la lucha por la vida de los seres humanos en el
mundo. Si Cristo está, como se ve en los evangelios, con las personas
discriminadas y entre las víctimas de la injusticia oficial o nó, se
sigue que la Iglesia debe estar con las víctimas de la opresión y la
represión y aquellos que sufren la violación de sus derechos humanos. Desafortunadamente, muchas veces pensamos en nuestra propia seguridad y
de la Iglesia. Así, a-críticamente, por nuestro silencio en tiempos de
injusticia tácitamente aprobamos regímenes injustos. El teólogo
sudafricano John de Gruchy comenta en su libro Dietrich Bonhoeffer,
Witness to Jesus Christ, que las iglesias alemanas, protestantes y católicas,
en su gran mayoría, continuaron con su vida normal, sus cultos, sus
cantos y sus actividades como si nada estuviera ocurriendo, sin
preocuparse por las acciones criminales del gobierno. Aquí, sin duda
alguna, tenemos mucho que aprender y preguntarnos: quiénes son los que
sufren injusticia, persecución, represión, y opresión política,
militar y económica en nuestro país o en nuestro continente. ¿Dónde
está Cristo hoy día en nuestra propia historia? ¿Qué debemos hacer
como cristianos y como Iglesia de Cristo frente a la injusticia? ¿Podríamos
parafrasear a Bonhoeffer en su dicho “Sólo los que levanten la voz por
los judíos tienen derecho a cantar cantos gregorianos” y decir “Sólo
aquellos que levantan la voz por los indígenas oprimidos pueden cantar
Salmos”? A la pregunta: ¿Qué
debe hacer la Iglesia cuando un gobierno obra injustamente contra algún
sector de la sociedad? Bonhoeffer sugiere tres cosas basándose en Lutero
y considerando las limitaciones de la Iglesia en el área política: 1) La
Iglesia puede preguntarle al Estado si su acción es justa, y de ese modo
devolverle la responsabilidad al Estado de examinar sus acciones a la luz
del reproche de la Iglesia; 2) La Iglesia puede ayudar a las víctimas de
la acción injusta del Estado; 3) la Iglesia puede tomar acción política
directa si está segura que el Estado está faltando a su deber de
mantener la ley y el orden (ya sea que no pueda mantener la ley y el orden
o que ejercite demasiado la ley y el orden) . (Dietrich Bonhoeffer,
Intoducción a su pensamiento teológico, E. H. Robertson, Editorial Mundo
Hispano, p. 51) Robertson explica brevemente la postura luterana frente al Estado
diciendo que, según Lutero, la Iglesia no tiene derecho de decir al
Estado lo que debe hacer. De la misma manera el Estado no puede interferir
en asuntos de la Iglesia y en aquellos casos que afectan a los miembros de
la Iglesia. El caso de los miembros de la Iglesia de origen Judío era un
caso especial. Bonhoeffer no vaciló en tratar el “La
iglesia no puede permitir que su actitud hacia sus miembros sea dictada
por el estado.” Bonhoeffer “sigue con un esmerado análisis el efecto
que tendría sobre la iglesia la exclusión de los miembros de la raza judía,
y.deja sin duda la idea de que una iglesia que hace esto ha dejado de ser
una iglesia de la Reforma. Concluye donde termina Lutero: ´No hay otra
regla ni examen para quien es miembro de la familia de Dios o de la
iglesia de Cristo, que ésta: donde hay un grupo de aquellos que aceptan
esta palabra de Dios, la enseñan con pureza y testifican contra los que
la persiguen y, por esa razón, sufren lo que les toca sufrir´. Esta
declaración cuidadosa es típica de Bonhoeffer. No es una mera diatriba
en contra de los cristianos alemanes sino una objeción teológica
atentamente formulada a las Cláusulas Arianas, basadas en su estimación
de la naturaleza de la Iglesia.” (D.B.Introducción a su pensamiento
teológico, p.52)
3. ¿CÓMO PUEDE SER PROFÉTICA LA IGLESIA FRENTE A UN MUNDO INJUSTO? 3.1 En primer lugar, siguiendo a Bonhoeffer, debemo aprender a ver la
realidad del mundo y de la historia desde la perspectiva de Dios. Debemos
aprender a discernir las señales de los tiempos en los cuales Dios actúa
en el mundo como ya se mencionó anteriormente, desde la única realidad
de Dios: “No hay dos realidades, sino una sola realidad, y esa es la
realidad de Dios, la cual se ha manifestado en Cristo en la realidad del
mundo. Al estar en Cristo, estamos al mismo tiempo en la realidad de Dios
y la realidad del mundo. Se estaría negando la revelación de Dios en
Jesucristo si uno trata de ser cristia-no sin ver y reconocer el mundo en
Cristo”. (Ethics, p. 195)
3.2 En segundo lugar, debemos ver la realidad desde la perspectiva de los
de abajo tal como lo hicieron los profetas del A.T. como Amós. La teología
de Bonhoeffer surge de su propia experiencia en solidaridad con las víctimas
del nazismo y de su propia desesperación en medio del conflicto y la
resistencia y aun de su propio encarcelamiento y sufrimiento. El había
aprendido de Lutero que “una buena teología cristiana es una theologia
crucis. Una teología que sigue siendo logos de Dios, pero que nace de la
angustia (como en Jeremías) acerca del aparente ocultamiento de Dios. En
esta teología, la fuerza o poder de Dios es revelada en medio de la
debilidad humana” (Bonhoeffer for a New Day, W.B Eerdmans
Publishing Co. p. 111)
3.3 En tercer lugar, debemos descubrir el sentido de ser la Iglesia de
Cristo. Sin duda alguna debemos descubrir el significado profundo de ser
Iglesia más allá de nuestras divisiones y denominacionalismos y mucho más
allá de convertirnos en meras “asociaciones religiosas”, como
organizaciones meramente sociológicas. Bonhoeffer pulveriza esa idea y
critica a las iglesias que aceptan ser solamente eso: “La teoría de que
la Iglesia es una asociación..es completamente demolida al considerar la
doctrina sobre la Iglesia.” Para él, la Iglesia es, por la voluntad de
Dios un sanctorum communio. “Es Cristo existiendo como comunidad”.
Esta percepción acerca de la Iglesia la discute en su estudio dogmático
“La Comunión de los Santos”: Si la Iglesia fuera organizada (como una asociación).aparecería ser
como ungrupo de personas interesadas en la religión, siguiendo ese interés
en reuniones exactamente de la misma manera que un club interesado en la música
sereune regularmente para escuchar conciertos”. (The communion of the
Saints, Harper and Row, p. 175ss) En tal caso, si la Iglesia o las iglesias tienen miedo o vergüenza
o pena de proclamar la Palabra de Dios, se sostiene una teología fácil
en la cual no tienen nada que decir. Y en ese caso son iglesias mudas. De
esta manera “la Iglesia se constituye cuando más en una mera asociación
religiosa y deja de ser el Cuerpo de Cristo, el logos de Dios en el
mundo”.(Fritz Lange de Holanda en Bonheffer for a New Day, p. 111)
3.4 En cuarto lugar, Bonhoeffer nos conmina descubrir el sentido y
significado de la unidad de la Iglesia. La manifestación de la unidad de
la Iglesia de Cristo es esencial para la misión evangelizadora y la
mission profética. Cuando estuvo de estudiante en Estados Unidos le
impresionó la cantidad de denominaciones Protestantes que manifestaban
claramente la division trágica de la Iglesia. Al referirse a las iglesias
americanas como iglesias protestantes sin Reforma comentó: ¿Debemos simplemente resignarnos a la multiplicidad de iglesias como una
cosa dada y por tanto como un hecho por la voluntad de Dios? ¿Podría
haber una unidad de la Iglesia otra que la unidad de la fe y la confesión
de un sólo Señor? ..No es la indiferencia o resignación a la cuestión
de la verdad una falla cuyas consecuencias son el razgamiento de la
Iglesia por medio de discusiones sobre la organización, cultura y La necesidad de discernir teológicamente las palabras de Cristo “Que
todos sean uno para que el mundo crea” (Juan 17) debe ser para nosotros
en México una necesidad urgente. La Unidad del Cuerpo de Cristo es una
necesidad esencial, primero como obediencia a Cristo y segundo para la
evangelización y la mision profética de las iglesias Protestantes en
este país o mejor dicho para ser realmente el Cuerpo Unido de Cristo en
el mundo.
3.5 Finalmente, debemos descubrir en qué se funda verdaderamente la
libertad de la Iglesia de Cristo. La libertad de la Iglesia no es una
graciosa concesión del mundo la cual nos permite ser Iglesia. Debemos,
por tanto, descubrir en dónde se basa la seguridad de la Iglesia, en dónde
funda su libertad de ser y en dónde radica su poder. Estos no se
adquieren de la relación en buenos términos con ninguna administración
gubernamental. Tampoco viene del derecho humano de “libertad de religión”.
Tampoco viene del número de miembros que tenga y mucho menos de una
estructura eclesiástica de jerarcas y príncipes de la Iglesia. Su
seguridad, libertad de ser y su poder deriva única y exclusivamente de la
Palabra de Dios. Al respecto Bonhoeffer nos dice: La libertad de la Iglesia no se da en donde tenga esa posibilidad, sino
solamente en donde el Evangelio realmente en su propio poder se hace
espacio por sí mismo enel mundo, aun y precisamente cuando no se le da
esa posibilidad. La libertad esen-cial de la Iglesia no es un don del
mundo, sino de la libertad de la Palabra de Diosmisma al obligar ser
escuchada. (D.B. Witness to Jesus Christ, p 291) La palabra de la Iglesia deriva su derecho único y su autoridad única
de la comi-sión dada por Cristo, y consecuentemente, cualquier palabra
que pronuncie sin hacer referencia a esa autoridad estará vacía de
significado alguno.(Ethics, p 291) Sobre esa base, entonces, pienso que los cristianos y las iglesias
protestantes debemos luchar por manifestar la Unidad en Cristo, y buscar
del Espíritu Santo ese don, a fin de proclamar la Palabra de Dios al
mundo, no como muchas iglesias sino como el Cuerpo de Cristo anunciando la
Buena Nueva del Reino que predicó Jesús. Así podremos dar un mensaje de
esperanza y alivio a los que sufren y una palabra de denuncia profética
contra el pecado estructurado en instituciones injustas tal como sucedió
en el régimen facista. Así lo hizo la Iglesia Confesante de la cual
Bonhoeffer era miembro y teólogo aun bajo el riesgo de persecusión y
finalmente encarcelamiento y muerte. Bonhoeffer se refirió a Cristo como “el Hombre para los demás” y añadió
diciendo que de la misma manera, la Iglesia es la Iglesia de Cristo cuando
ésta es la Iglesia para los demás y no para sí misma. “La Iglesia es
la Iglesia únicamente cuando existe para otros. Para empezar, la Iglesia debe donar sus propiedades a los que las
necesiten.la Iglesia debe participaren los problemas de la vida humana de
cada día, no dominando sino sirviendo, debe decir a todos los hombres lo
que significa vivir en Cristo y vivir para otros”. (Letters and Papers
from Prison, MacMillan Publishing Co.,p. 382.) Pero el “otro” es, en especial, el que sufre, el excluido, el que no
cuenta: “La exclusión del débil, del insignificante, el aparentemente
inútil, de la comunidadCristiana puede ser de hecho la exclusión de
Cristo porque, en el hermano pobre,Cristo mismo está llamando a nuestra
puerta. Por tanto debemos ser muy cuidadoEn este aspecto”. (Life
Together, a discusión of Christian Fellowship, Harper andBrothers, p.
38.) Bonhoeffer, en este párrafo, se refería a la exclusión de los
cristianos judíos. Sin embargo, creo que se puede aplicar su perspectiva
a la exclusión de la sociedad de todos los que, aparentemente, son de
poco valor. En nuestro caso, ya hemos dicho, es el hermano y hermana indígena.
¡En ellos Cristo puede estar llamando a nuestra puerta! ¿Cuándo la
Iglesia debe confesar su fe?
1. Los cristianos y las iglesias del Sínodo Confesante se enfrentan a la
realidad del momento. Renate Wind, sobrina de Dietrich Bonhoeffer y esposa
de Eberhard Bethge,, el mejor y más cercano amigo de Bonhoeffer, en su
biografía breve sobre su tío relata cómo se llegó a la realización de
la Declaración de Barmen. Principia contando lo que sucedió en enero 25
de 1934. Hitler invitó a una recepción en la Cancillería del Reich a
todos los líderes de las iglesias protestantes incluidos los de la
oposición conocidos como la Iglesia Confesante. Estos últimos habían
estado hablando por teléfono a fin de ponerse de acuerdo sobre un
documento que entregarían al Führer en esa reunión. El pastor Martín
Niemöller quien había organizado primero en 1933 la Liga de Emergencia
de Pastores, había hablado por teléfono con varios colegas acerca de la
recepción y lo que harían para enfrentar a Hitler quien estaría
hablando con el Obispo Nacional elegido por los “cristianos alemanes”.
Niemöller habría dicho: El “viejo” Obispo estaría rendido a sus
pies. En ese momento ellos entregarían su documento seguramente haciendo
algunos reclamos. El mismo Niemöller relata lo que pasó allí: Hermann
Goering, director del Servicio de Seguridad (SS) llegó al principio de la
reunión con un portafolio rojo bajo su brazo y se dirigió inmediatamente
a hablar con Hitler y le dijo en voz alta “Quiero leerle una conversación
telefónica que sostuvo el Presidente de la Liga de emergencia de
Pastores, el Pastor Niemöller, con otros miembros de la Liga, y quien está
presente en esta reunión. Me sentí como si hubiera sido golpeado por un
rayo. No sabía entonces que los teléfonos podían ser intervenidos. La
reacción de Hitler fue inmediata: Monstruoso! Rebelión! No permitiré
que mi grupo de líderes (religiosos) sea desbaratado. Tomaré medidas en
contra de esta rebelión. Se dirige al Obispo Nacional quien no objeta.
Todos los otros líderes Protestantes guardan silencio.(Unser Widerstand,
M.Niemöller, in Hübner(ed.) p 61 y Rennate Wind, pp 85-87). Dos días después los líderes de la Iglesia Evangélica Alemana se
encontraron con Hitler y declararon solemnemente que ellos estaban de
total acuerdo y respaldarían al Obispo Nacional en toda su política y
harían todo lo necesario para contrarrestar la oposición política de
otras iglesias. También firmaron el documento de lealtad al Reich otros
obispos de las provincias no necesariamente pertenecientes a el ala de
derecha. A partir de ese momento quedó bien claro que cualquiera que
atacara al Obispo Nacional estaría atacando al Tercer Reich. Para muchos de los Pastores de la Liga les quedó claro que había que
declinar en favor del juramento de lealtad al Führer. Para la minoría
era claro que había que ir en dirección opuesta y aceptar el papel de
enemigos del Estado, papel en el cual habían sido puestos
inesperadamente. Sin embargo, el Sínodo de la Iglesia Confesante se componía de ambos grupos. Quizá por eso es que la misma Declaración de Barmen que firmarían no trata asuntos de política, pues nunca se podrían haber puesto de acuerdo, sino de herejías, como ellos las veían, de los “cristianos alemanes” y de la necesidad de declarar la soberanía inviolable de Cristo sobre su iglesia.
2. La Iglesia Confesante no puede quedar callada
Así, del 29 al 31 de mayo de 1934, se reunieron 138 delegados de
todas las iglesias de provincia, incluyendo algunos teólogos como Karl
Barth, votaron “por una confesión que hacía de la Iglesia Confesante
una Iglesia en oposición al gobierno de la Iglesia oficial y le negaría
el derecho de representar a este Sínodo ahora de la Iglesia Confesante
legalmente organizada. Bonhoeffer sintió gran alivio al tener ahora una
Iglesia que sería su Iglesia fiel a Jesucristo aunque deploró la
“apoliticidad” de la Iglesia Confesante. Pero se entiende por qué razón
fue así. (D.B. A Spoke in the Wheel, Rennate Wind, W.B. Erdmans
Publishing Co. pp 85-87) Dadas las circunstancias del momento y estando entendidos de la signos de
los tiempos, los cristianos y las iglesias de la Iglesia Confesante
formularon la Declaración Teológica de Barmen con la intención de
resistir, en fe y unanimidad, la destrucción de la Confesión de Fe, y de
este modo, de la Iglesia Evangélica de Alemania. Son seis los puntos
Nosotros, los representantes de las Iglesias Luteranas, Reformadas y Unida, de los Sínodos libres, las asambleas de iglesia, y las organizaciones parroquiales, unidos bajo el Sínodo confesional de la Iglesia Evangélica Alemana, declaramos que nos mantenemos unidos. Estamos ligados por la confesión del único Señor de la Iglesia que es una, santa, católica y apostólica.
Como miembros de las Iglesias Luterana, Reformada y Unida, nosotros
podemos y debemos hablar hoy con una sola voz en este asunto. Precisamente
porque queremos ser y permanecer fieles a nuestras varias Confesiones, no
podemos guardar silencio, ya que creemos que se nos ha dado un mensaje común
que declarar en un tiempo de necesidad y tentación. En vista de los
errores de los “cristianos alemanes” del actual gobierno eclesiástico
bajo el Reich, los cuales han desbastado la Iglesia Evangélica alemana,
confesamos las siguientes verdades evangélicas:
1. Jesucristo, como se nos atestigua de él en la Sagrada Escritura, es la única Palabra de Dios que tenemos que escuchar, y que tenemos que confiar y obedecer, en la vida y en la muerte. Rechazamos la falsa doctrina según la cual la Iglesia podría y tendría que reconocer como fuente de su proclamación, aparte de y demás de esta única Palabra de Dios, aún otros eventos y poderes, figuras y Verdades como revelación de Dios.
2. Rechazamos la falsa
doctrina según la cual pareciera que hubiese áreas de nuestra vida en
las cuales no perteneciéramos a Jesucristo, sino a otros señores; áreas
en las cuales no necesitaríamos justificación y santificación por medio
él.
3. Rechazamos la falsa
doctrina según la cual pareciera que la Iglesia le fuera permitido
abandonar la forma de su mensaje y orden según su propio placer, o según
los cambios en las convicciones ideológicas y políticas prevalecientes.
4. Rechazamos la falsa
doctrina según la cual pareciera que la Iglesia, aparte de este
ministerio, pudiera y le fuera permitido darse a sí misma, o permitiera
que le diesen a ella, líderes especiales investidos con poderes regentes.
5. Rechazamos la falsa doctrina según la cual pareciera que el
Estado, por encima y más allá de su mandato especial, debiera y pudiera
convertirse en el único y totalitario orden de la vida humana, cumpliendo
también la vocación de la Iglesia.
6. Rechazamos la falsa doctrina según la cual pareciera que la
Iglesia, en arrogancia humana, pudiese poner la Palabra y la obra del Señor
al servicio de cualesquiera deseos, propósitos y plan escogidos
arbitrariamente.
El Sínodo Confesional de la Iglesia Evangélica Alemana declara que ve
en el reconocimiento de estas verdades y en el rechazo de estos errores la
base teológica indispensable para la Iglesia Evangélica Alemana.Ruega a
todos cuantos les concierne que regresen a la unidad de la fe, el amor y
la esperanza. (Libro de Con-fesiones, Iglesia presbiteriana (E.U.A), pp
266-271)
3. La participación de Bonhoeffer en la Iglesia Confesante
Dietrich Bonhoeffer naturalmente estuvo del lado de la Iglesia que
permaneció fiel a Cristo. Siendo influido por el pensamiento de Karl
Barth no podría haber sido de otra manera y por la claridad de su propio
pensamiento bíblico-telógico. El afirmaba al principio, sin embargo, que
la lucha no era política sino teológica. Pero en la medida que él se
involucraba en la lucha contra Hitler, y aun desde el principio, no podría
haber sido de otra manera. En enero de 1933, aún antes que Hitler fuera
declarado Canciller, atacó el principio de caudillismo (Führer) que era
el atractivo para muchos en Hitler. Después atacó las Cláusulas Arianas
en que se descriminaba a los cristianos judíos en la Iglesia. Cuando se
organiza finalmente la Iglesia Confesante en 1934, Bonhoeffer tuvo un
papel importante en la Conferencia de Barmen y en la redacción de la
Confesión (aunque se dice que realmente fue Barth quien la redactó
mientras los luteranos tomaban la siesta). Después, a principios de 1935,
la Iglesia llama a Bonhoeffer para ser el director del seminario de la
Iglesia Confesante en Finkenwalde que llegó a ser el centro teológico de
la resistencia hasta su clausura por la Gestapo en 1937 por considerarlo
subversivo. En noviembre de ese año la Gestapo arrestó a 27 de sus
alumnos quienes a pesar de eso se mantuvieron fieles al entrenamiento y
capacitación recibida en el Seminario. El año había sido difícil y
casi desaparece la Iglesia Confesante. Muchos se retiraron de ella y
quedaron solamente los más radicales. Sin embargo, continuaron las
reuniones clandestinas para planear estrategias de lucha y testimonio.
Otros más fueron arrestado incluyendo Martin Niemöller como un
prisionero personal de Hitler. (D.B. Introducción a su pensamiento teológico,
E.H. Robertson, pp 25-30)
4. Bonhoeffer lucha y camina hacia el final Dadas estas
circunstancias adversas, ya desde Finkenwalde, Bonhoeffer revisa su teología
y decide que había que cambiar “las espadas enmohecidas” por unas
nuevas y más afiladas. Su nueva actividad es claramente política. Se une
a la resistencia clandestina a la vez que es miembro del Servicio de
Inteligencia. Después de haber fallado su plan de proponer un plan de paz
que llevaría al Obispo de Chichester, G. Bell en su encuentro con él en
Suecia y que éste propondría al gobierno inglés. La resistencia, en la
que están involucrados algunos de sus familiares, y algunos militares de
alto rango en la muerte de Hitler mismo falla en su intento. Estos son
aprisionados y ejecutados. Bonheffer mismo fue hecho prisionero en abril de 1943. Desde la prisión
escribe teología, poemas de amor a María, su prometida, cartas a sus
amigos y estudiantes; se convierte en Pastor de los otros prisioneros, es
admirado por ellos por su tranquilidad durante los bombardeos y sus
guardias se hacen amigos; ora intensamente, mantiene una nutrida
correspondencia con sus padres, vive su prisión en forma disciplinada
estricta, lucha por su liberación y cree que está cerca y sueña en el día
que podrá contraer matrimonio con María quien lo visita seguido. De esos
escritos abundantes su amigo Eberhard edita el libro Papeles y Cartas
desde la Prisión que es por demás fascinante y ayuda a comprender cómo
su teología surge del fragor de la lucha y de la angustia por la aparente
ausencia de Dios. Su libro sobre ética y así titulado, principia con un poema que es como
la clave de su libro. Menciona cuatro “estaciones en el camino a la
libertad: 1) Autodisciplina-la libertad es sólo por medio del control de
sí mismo; 2) Acción---decídete y sal a la tempestad del vivir; 3)
Sufrimiento---consagra lo que se merece a una mano mas poderosa (la Mano
de Dios); 4) Muerte---el más alto banquete en el camino a la libertad.
(D.B. Introducción a su pensamiento teológico, pp 68,69) El 9 de abril de l945, muy temprano, dirige un breve devocional para unos
prisioneros en que se encuentra un piloto inglés y un joven ruso. El
piloto narraría después que esa mañana, después del devocional, se
abrió la puerta de la celda, apareció un guardia llamando a Dietrich
Bonhoeffer. Todos sabían de que se trataba. Se despidió de ellos
diciendo “Este es el fin, pero para mi es solamente el principio de la
vida!” Algunos de los guardias que lo vieron ser colgado, contaron que
oró y con toda calma subió al cadalso. Su vida entera hasta la muerte
estaba en las manos de Dios. Se abría para el “el camino a la
libertad”. Pocos días después, las tropas de los Aliados entrarían en
Berlín! Después de todo lo dicho,
el teólogo Sud-Africano, John W. de Gruchy, señala en su libro
Bonhoeffer for a New Day (Bonhoeffer para un nuevo día) que la pregunta
que Bonhoeffer nos haría es más bien sobre el significado de Jesús el
Cristo para nosotros hoy y no tanto el significado de su pensamiento teológico.
Finalmente Bonhoeffer nos deja con Jesucristo, la Palabra viviente de
Dios para nuestro tiempo y nuestra única razón de ser cristianos e
Iglesia.
CRONOLOGÍA DE DIETRICH BONHOEFFER 1906 Nació el 4 de febrero en Breslau, Alemania 1912 La familia se cambió a Berlín 1914-18 Primera Guerra Mundial 1919 Principio de la República Weimar 1923 Dietrich principia sus estudios teológicos en Tubingen (Adolfo Von
Harnack) 1924 Estudios de Verano en Roma y el Norte de Africa; continúa estudios
en Berlín 1927 A los 21 años es doctorado en teología. Tesis: Sanctorum Communio
(Investigación sobre la naturaleza bíblica y sociológica de la Iglesia) 1928 Pastorado probatorio en Barcelona: congregación alemana. 1929-1930 Retorno a Berlín. Es designado como Profesor auxiliar en la
Universidad y Predicador en Prenzlauer Berg; trabaja como secretario del
trabajo juvenil de La alianza Mundial de Iglesias. Presentación de su
segunda tesis para ser aceptado como Profesor en la Universidad de Berlín:
Acto y Ser (La filosofía y la Ontología en la teología sistemática). 1930-31 Estudios de post-grado en el Seminarion Union en Nueva York.
Asiste a una Iglesia Negra en un barrio pobre de Nueva York.
“Protestantes sin Reforma”. 1931-1933 Enseña en la Universidad de Berlín a partir del verano de 1931 a 1933. Conferencias sobre Cristología (Cristo, el Centro) y La
Creación y la Caída. 1933 Hitler asume el poder gubernamental; Hitler gobierna por edicto.
Dietrich está convencido que Hitler representa una crisis dura para la
Iglesia. Los Cristianos Alemanes respaldan el Tercer Reich de Hitler. Su
lema es “Construyamos la Nueva Iglesia de Cristo en el nuevo Estado de
Adolfo Hitler. Una raza, una iglesia, un Führer” (Líder o Caudillo).
Dicta una Conferencia sobre La Cuestión Judía. Hitler y el Papa firman
un Concordato en Julio 20 con el cual la Iglesia Católica se somete y
guarda silencio sobre los judíos. Martin Niemoller funda la Liga de
Emergencia de Pastores. Mil pastores de la Liga firman un documento contra
la Ley Aria que prohibía llamar pastores de descendencia judía. El Sínodo
Nacional respalda la Ley Aria y se somete. Al Estado Facista. Dietrich
siente que se ha traicionado a Cristo. Predica un Sermón en que llama al
retorno a las Escrituras, a confesar a Cristo y a discernir los tiempos:
“Iglesia, permanece fiel.confiesa, confiesa, confiesa!” Pero la mayoría
de pastores y de la Iglesia Luterana se había convertido al fascismo. Un
tanto desilusionado acepta un pastorado en Londres. Karl Barth le reclama
e insiste en que retorne. Regresa después de un tiempo para continuar la
lucha. 1934 Participa en la Conferencia Ecuménica de Fanö, Dinamarca.
Presencia de la Iglesia Oficial. Dietrich pide se reconozco únicamente la
Iglesia Confesante. Mayo 31: Asamblea del Sínodo de la Iglesia Confesante en Barmen:
Luteranos, Reformados y miembros de la Iglesia Unida: Declaración de
Barmen. Dietrich designado Director del Seminario
Clandestino.(Finkenwalde) 1935 En septiembre se aprueban las Leyes de Nuremberg contra los judíos.
Bonhoeffer regresa a Alemania; es designado como director del Seminario
Clandestino de La Iglesia en Finkenwalde cerca del Mar Báltico. 1936 El gobierno nazi le prohibe enseñar; viaje a Suecia de los
seminaristas de Finkenwalde en marzo. Reciben el respaldo de la Iglesia
Luterana Sueca. 1937 La Gestapo clausura el Seminario en Finkenwalde; continúa el
trabajo enpastorados clandestinos; Se publica Nachfolge ( Seguimiento o El
Costo delDiscipulado o El Costo de la Gracia). Austria y territorios de
Checoslovaquia son anexados a Alemania.
Deutchland über Alles! 1938 Krystal Nacht, Noviembre 9. Las sinagogas judías son incendiadas.
Empieza la persecución activa contra los judíos. 1939 Viaja a Estados Unidos para enseñar en el Seminario Union de N.Y.
Tres semanas más tarde se regresa a Alemania al declararse la Segunda
Guerra Mundial. 1940 Principio de la Conspiración contra Hitler; participa en la
resistencia bajo el Cargo de Mensajero de la Abwerh (la Agencia de
Inteligencia). 1941 Lleva a cabo conversaciones con representantes del movimiento ecuménico
enGinebra; trabaja sobre su Ética. 1942 Viaja a Noruega; habla con el obispo George Bell. Ofrece un plan
para arrestar a Hitler y establecer un gobierno democrático. Los ingleses
no responden. 1943 Ofrece matrimonio a María von Wedemeyer. En abril es arrestado por
la Gestapo; escribe Cartas y papeles desde la prisión. 1944 Fracasa el atentado contra Hitler; la GESTAPO cambia a Bonhoeffer al
sótano del Cuartel General de la Gestapo en Berlín después de descubrir
documentos comprometedores. 1945 En febrero es llevado al campo de concentración de Buchenwald. En abril lo cambian a Schönberg y luego al campo de concentración de Flossenbürg. El 9 de abril es ejecutado. “¡Para mí es sólo el principio!” Payne Best/ Kokorin). |